jueves, 27 de noviembre de 2008

Otro pliegue.

"Siempre hay un pliegue en el pliegue, como también hay una caverna en la caverna. La unidad de materia, el más

pequeño elemento de laberinto es el pliegue, no el punto, que nunca es una parte, sino una simple extremidad de la

línea.

El despliegue no es, pues, lo contrario del pliegue, sino que sigue el pliegue hasta otro pliegue".



Deleuze, Gilles (1989). El pliegue. Leibniz y el barroco. Barcelona: Paidós.










La grulla inexistente aún, comienza a plegarse en su propia imposibilidad,




la de no ser




y sin embargo




el primer pliegue anticipa la forma del vacío









Lo geométrico siempre me confundió




por su dureza?




por su rudeza?




quizás




formas de desesperar










Las formas cada vez más complejas




y esos pliegues interiores




que amenazan con desarmar (me)









allí, donde más duele




en el punto (si es que existe tal cosa)




donde todos los pliegues confluyen











y otra vez...




me despliego...




me repliego...











me hago una pelota




y una flecha




otra vez











y ya casi quiere aparecer




el pliegue infinito




y en el álgido mar




de abrir y cerrar mis piernas




de abrir y cerrar mis luces




pero también mis sombras






aparece


















jueves, 20 de noviembre de 2008

Maya



Rasgar el velo




y ver detrás




detrás de qué? de quién?




ya no importa




sólo ver detrás




y ser mi propio preludio




a la liberación.








ver detrás




y ver que no había nada



que sólo estaba yo




y por fin, ese fantasma




ya no moraba conmigo.





lunes, 17 de noviembre de 2008

Las Orquídeas

Mi amor es



la fragancia de la orquídea



y el sonido del agua.



Sengai.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Casa de mi ser



La conozco tanto, tanto





desde la imposibilidad





del habla





desde ese universo discursivo




errante





que se deshace en jirones





en fragmentos de eternidad





en fragmentos de silencios grises





en vacíos ajados





en nadas vacías





en vacíos que se ahogan





de todos





y de mí




miércoles, 5 de noviembre de 2008

Monozukushi (o mi “catálogo de cosas”)




(Cosas desagradables)





el sonido que producen





mis zapatos al pisar azúcar




derramada.



palabras mal pronunciadas



gestos contenidos



la palabra “estructura”



la deformidad de mi rostro luego del llanto



mis uñas devoradas



una observación inoportuna, en un momento inoportuno



un desengaño ( o la irremediable caída)



las mayúsculas



el olor a nuevo (o la despersonalización)



que se olviden de mí en los sueños



que me recuerden sólo desde la presencia



que me inunden de ausencias



los perros sin ganas de ladrar



la combinación lluvia-viento



los caramelos media hora



el café liviano



la gente liviana



los espíritus de la pesadez





el color amarillo



el recuerdo que me encierra



el olvido imposible



no saber



no querer



no reír



dejar de estremecer



dejar de atardecer



dejar de ser comienzo



perder las alas




Cosas que suscitan una profunda memoria del pasado



"Hojas secas prensadas de malva.


Objetos usados durante el festival de las muñecas.



Encontrar un retazo de tela de color violeta oscuro o morado entre


las páginas de un cuaderno.





Es un día de lluvia y me aburro. Para pasar el tiempo, comienzo a mirar papeles viejos.


y entre ellos encuentro las cartas de un hombre al que una vez amé.


El abanico de papel del año pasado.


Una noche de luna clara."


Fragmento de "El libro de la almohada" de Sei Shonagon

(Traducción de Amalia Sato)