miércoles, 23 de diciembre de 2009

Kitsune* (o la eterna vuelta a los brazos del ser amado)




Una bella creencia del japón medieval prevenía a los caminantes masculinos en noches solitarias. Si en su anochecido camino se encontraban con una bella y joven mujer, debían ignorarla y continuar su marcha. Seguramente se tratara de un kitsune bajo una apariencia femenina.


Había sutiles modos de descubrir a un kitsune. Una de sus grandes dificultades al tomar la apariencia humana, era la de esconder su cola. Por eso si un zorro se emborrachaba o se descuidaba, fácilmente podía advertirse su verdadera identidad. Aún como seres humanos, los kitsune tenían rasgos parecidos a los zorros.Algunos tenían su cuerpo humano cubierto de un fino pelaje, apenas perceptible, pero evidente a los curiosos.

Normalmente quedaban también descubiertos al reflejarse su sombra en forma de zorro, cuando ya habían adquirido forma humana.

Los kitsune tienen una gran fobia a los perros, incluso en su forma humana, y reaccionan ante su presencia casi siempre huyendo y transformándose nuevamente en zorros para poder defenderse.


Cuenta una antigua leyenda japonesa, que Ono, nacido en Mino, pasaba sus años obsesionado en la búsqueda de la belleza femenina ideal. Una tarde conoce a una joven y bella mujer en un solitario bosque, y completamente enceguecido por su belleza, se casa con ella. Al cabo de unos pocos años tienen un hijo, y viven en una apacible felicidad familiar. Todo transcurría normalmente, hasta que Ono decide llevar un cachorro a casa. Con el correr del tiempo el animal se torna más y más violento con su esposa, y ésta le pide con desesperación que lo sacrifique. Ono se niega sustancialmente a deshacerse de su tan querida mascota, hasta que una noche el enfurecido animal la ataca, y ésta, al defenderse, muestra su verdadera naturaleza: abandona la forma humana y se transforma en zorro. Huye avergonzada al bosque y decide no volver, pero Ono la llama en la oscura noche diciéndole que no le importa que sea un zorro, ella será siempre su amada esposa, y la madre de su hijo. "Regresa, siempre serás bienvenida"- susurra Ono.

Cada anochecer, su esposa regresaba a casa, y sin que nadie la notara, adquiriendo nuevamente la forma de aquella bella mujer que había sido, dormía acurrucada entre sus brazos hasta el amanecer.


(En japonés clásico kitsu-ne significa "venir y dormir", y ki-tsune "venir siempre".)


Ir y volver, al modo de un doblés, de un ovillo que retorna, siempre, a su centro.

acurrucarse en la cuna que hacen los brazos del otro... acurrucarse,

bajo otra forma, solapados en otra naturaleza, solapados en el pliegue del deseo ajeno.




*Kitsune es la palabra con la que habitualmente se designa a los zorros, animales de gran importancia dentro del folklore japonés. La misma expresión se utiliza para nombrar a los espíritus del bosque que adquirieron forma de zorros, y que son protectores de bosques y aldeas. De acuerdo con la mitología japonesa, los kitsune poseen habilidades mágicas y son extremadamente inteligentes. A medida que aumenta la longevidad de los kitsune, aumentan el poder y la cantidad de sus habilidades, lo cual se ve asimismo reflejado en la cantidad de colas que poseen (el kitsune más poderoso, es el de nueve colas). Se encuentran también asociados al kami (dios) shinto Inari, dios de la fertilidad, la agricultura, el arroz y los zorros, y su función principal es la de ser mensajeros de Inari.


Una de sus habilidades más fascinantes, es la de adoptar forma humana, casi siempre en la figura de una mujer joven...

martes, 15 de diciembre de 2009

Poema de diciembre

No sé porqué


siempre afirmo


que no escribo poesía


que no hago poesía


que no la respiro


que no la asumo


que no la consumo


que no la fabrico


que no la incorporo.


No sé porqué siempre digo


que lo mío es la prosa


que no escribo cuentos


que cuando lo intento


me sale poesía!


No sé porqué no acepto


que este es un poema de diciembre


que hay cosas que acaban


para que otras empiecen


Como diciembre.


No sé porqué no digo


que este


es un poema


de diciembre.